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Este cable firmado por el Secretario de Estado, Henry Kissinger, refleja la decisión del comité Latinoamericano en el Departamento de Estado de tratar de detener los planes que estaban en marcha de la Operación Cóndor, especialmente, aquellos que se realizaran fuera de la región (Latinoamérica). Kissinger instruyó a los embajadores de Argentina, Chile y Uruguay para que se reunieran lo antes posible con su Jefe de Estado o el funcionario de más alto rango de sus respectivos países para transmitir un mensaje directo, conocido en lenguaje diplomático como “demarche”. Los embajadores fueron instruidos para decirles a los funcionarios que el gobierno de Estados Unidos ha recibido información de que la Operación Cóndor va más allá del intercambio de información y que podría “incluir planes para el asesinato de subversivos, políticos y figuras prominentes dentro y fuera de los límites de algunos países sudamericanos”. Además, los embajadores deben expresar la “profunda preocupación” del gobierno de Estados Unidos acerca de los reportes y advertir que, de ser ciertos, ellos “crearían un serio problema político y moral”.
En este memorandum dirigido a Kissinger el 30 de agosto del 1976, Schlaudeman dio a conocer la postura de Estados Unidos respecto a los planes de asesinatos Cóndor: “Lo que estamos intentando de hacer frente es a una serie de asesinatos internacionales que podrían causar graves daños a la situación internacional y la reputación de los países involucrados”. El memo de Shlaudeman solicita la aprobación de Kissinger para ordenar al embajador de EE.UU. en Uruguay, Ernest Siracusa, a que se reúna con altos funcionarios en Montevideo para hacer presentes el “demarche” sobre Cóndor.
Documento 3. Cable del Departamento de Estado, “Acciones tomadas”, 16 de septiembre 1976
En este cable, enviado desde Lusaka -lugar donde Kissinger se encontraba viajado-, el Secretario de Estado se rehúsa a autorizar el envío de un telegrama al embajador de EE.UU en Uruguay, Ernest Siracusa, que le instruía proceder con el “demarche” a la Operación Cóndor. Kissinger amplía sus instrucciones para cubrir la entrega de la “demarche” en Chile, Argentina y Uruguay. “El Secretario de Estado instruyó que no se tomaran más acciones en este asunto”. Esas instrucciones, efectivamente, terminan con la iniciativa del Departamento de Estado de advertirle a los regímenes militares vinculados a Cóndor que no procedan con asesinatos internacionales, ya que la “demarche” no fue entregada a Chile y Argentina.
Documento 4 – Departamento de Estado, del cable, “Operación Cóndor”, 20 de septiembre de 1976
El asistente de Kissinger, el Secretario de Estado para Asuntos Interamericanos, recibió sus instrucciones sobre cómo desactivar el “demarche” sobre Cóndor el 16 de septiembre. Mientras en Costa Rica, tres días después, Shlaudeman recibe otro cable –que todavía permanece secreto – de su adjunto William Luers, con respecto a la forma de proceder en la gestión. A esta altura, el 20 de septiembre, Shlaudeman instruye a Luers para “instruir a los embajadores (de EE.UU) de no adoptar ninguna medida y haciendo notar que no ha habido informes durante algunas semanas que indiquen la intención de activar el Plan Cóndor.”
El proyecto más infame del Plan Cóndor llega a buen término el día siguiente, cuando un coche-bomba colocada por agentes de la policía secreta chilena en el centro de Washington DC cobra la vida del ex diplomático chileno y principal opositor a Pinochet, Orlando Letelier, y su colega estadounidense de 26 años, Ronni Karpen Moffitt.
En su memorandum del 8 de octubre, Kissinger transmite un memo de la CIA sobre una conversación con Manuel Contreras, Schlaudeman argumentó que “el acercamiento con Contreras me parece suficiente por el momento” porque “los chilenos son los principales impulsores de la Operación Cóndor”.
Lea la nota: “Kissinger ordenó no advertir a Pinochet que EEUU sabía de plan de asesinatos de la Operación Cóndor”.